Hay veces que nuestros días se llenan de pequeñas cosas, detalles que más o menos pasan desapercibidos porque son cotidianos, hasta que de repente, casi por sorpresa aparece un acontecimiento extraordinario que te hace salir de la rutina. Entonces, ese día cambia, tú cambias, tu vida momentáneamente cambia. Viajar nos permite descubrir nuevos sitios, acumular vivencias y conocimientos, explorar no sólo lo desconocido sino convertirlo por un tiempo en parte de nosotros.
Estocolmo, la ciudad de los más de ochenta museos, de las mil atracciones, atractivos y matices ha llegado a mí en otoño. Ojalá haya más otoños así. Otoños viajeros que hacen olvidar preocupaciones, aunque éstas sean las primeras que te den la bienvenida nada más bajar del avión.
Así que con mi sombrero marrón y mi petate de Stradivarius y mi bufanda de Zara, puse rumbo a una de las ciudades más bonitas de Europa. Me encanta el petate, muy práctico y original.
Sombrero: Stradivarius
Bufanda cuadros: Zara
Cazadora: Mango
Camisa vaquera: Mango
Leggins: Stradivarius
Botines: Zara (Trafaluc)
Mochila:Stradivarius


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